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Deuda, auditoría y activismo social bajo Rosselló


Puerto Rico vive uno de los momentos más críticos de su historia. Vivimos arropados por un océano de deuda que a toda luz racional es impagable. Tenemos una Junta de Control Fiscal antidemocrática e impuesta desde Washington, con el único propósito de garantizar el pago a los fondos buitres a costa del sufrimiento de la gente. Y para colmo de males, un gobierno en Fortaleza y el Capitolio que además de ser cómplices de la Junta, tienen la agenda trasnochada de retomar el fracasado modelo neoliberal de los años 90. La receta de ese modelo siempre es la misma: despidos, privatizaciones, reducción del gobierno, aumento en los impuestos para la clase media y la criminalización del activismo social y la protesta.

Pero, ¿por qué la gente protesta? ¿Por qué la gente marcha esta vez? ¿Por qué los estudiantes están en la calle y no se quedan calladitos en el salón de clases? En cada momento histórico, la respuesta puede ser diferente o interpretadas de manera distinta. En esta ocasión la respuesta, por lo menos para mí, está clara: porque el Pueblo perdió la confianza en sus instituciones. El Pueblo ya no sabe para quién trabaja su gobierno. No sabe si trabaja para los bonistas que financiaron su campaña o si trabaja para la gente que lo eligió.

La gente quiere saber, y tiene el derecho a saber, a quién se le debe qué; qué parte de la deuda puede ser ilegítima; quién se beneficia de ella; y si se pueden identificar actos de corrupción en el manejo de estas transacciones, como ha ocurrido en otras partes del mundo. La palabra en inglés es accountability. En español sencillo se dice: que no nos pasen gato por liebre. Eso es lo que exige el pueblo y a lo que el gobierno de Rosselló se opone. ¿Por qué la administración Rosselló no quiere que se audite la deuda? ¿A quién protege? Estas son preguntas válidas que se deben responder sobre la marcha y que estoy seguro que aclararán el panorama.

Mientras al pueblo se le oculte la información que reclama, mientras los responsables de la deuda campeen por su respeto, mientras no sepamos para quién trabaja verdaderamente el gobierno actual, no nos queda otro remedio que la calle y el activismo social. La auditoría ciudadana es el único mecanismo disponible, para restablecer la confianza del pueblo en sus instituciones. Por eso es importante participar de manera pacífica en las manifestaciones del 1ro de mayo, a pesar de los intentos de esta Administración de criminalizar la protesta, como muy bien aprendió de los años 90, tenemos que hacerle frente en la calle.

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